Hemos comenzado la semana, aprendiendo la historia de la Presumida B, os dejó el cuento para que lo recordéis en casa con vuestros papás y mamás.

Cuando va a la pastelería del Señor P lo que más le gusta son las cosas que empiezan como ella habla: bbbizcochos, bbbollos, bbbatidos.
Cuando va de compras quiere que todo sea bbbuenos, bbbonitos y baratos
¡Aunque eso le gusta a todo el mundo!
Le gusta mucho el mar y suele marcharse a navegar en barco, pero ni siquiera entonces deja su bolso y sus zapatos de tacón, más de una vez se le ha enganchado el tacón en el borde del barco y casi se rompe la nariz contra el suelo, por suerte, nunca le ha pasado nada grave.
Un día se fue a navegar en barco. Iba tan arreglada como siempre, llevaba un rato navegando cuando de repente el mar empezó a enfadarse, y el viento a rizar el agua hasta formar unas olas que llevaban y traían el barco de la señorita B como si fuese un juguete. La señorita gritaba, ¡bbbbbbb! que quería decir: ¡Socorro! Pero nadie la oía.
La señorita remaba con fuerza, pero cuando conseguía acercarse a la orilla, una ola mayor la arrastraba otra vez mar adentro. De pronto vio un barco grande que se acercaba al País de las Letras y gritó pidiendo auxilio y socorro. Como no la oían, dejó los remos y se puso en pie, con el bolso les hacía señas, pero con aquellos tacones tan altos era muy difícil mantener el equilibrio, una y otra vez se caía y se volvía a levantar.
Cuando por fin la vieron y se acercaron para salvarla, a la señorita B se le enganchó uno de los tacones y al dar un tirón para sacarlo perdió el equilibrio y cayó al mar, el agua estaba helada.
Otra vez volvió a gritar, los del barco le echaron un salvavidas y ella se agarró con fuerza y poco a poco la fueron arrastrando hasta el barco. Una vez arriba y antes de darles las gracias empezó a gritar: “Mi bolso, mi bolso” como si se tratara de un amigo. Consiguieron sacar el bolso con un gancho, ella lo secó con mucho cariño y lo guardó de recuerdo.
Su hermano le regañó y ella se dio cuenta de que casi se ahoga por presumida. Prometió que en adelante llevaría zapatillas de deporte para ir a navegar y se fijaría en lo que dijese el hombre del tiempo.
A consecuencia del remojón pilló un resfriado y tuvo que quedarse en casa. Se asomaba al bbbbalcón y desde allí veía trabajar a su hermano.
Canción de la Presumida B
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