domingo, 23 de febrero de 2014

LA PERIODISTA K


En el País de las Letras había una chica inquieta y curiosa que siempre estaba deseosa de saber cosas nuevas. Era la periodista K siempre en busca de las noticias que se produjeran en el campo, en la ciudad, en los ríos en las montañas o fuera de su país, por lo que solía viajar con frecuencia. Donde se producía la noticia, allí iba la periodista cargada con su
ordenador portátil. Le encantaba ir a esquiar a la montaña, al río grande a pescar peces o a las fiestas de los pueblos cercanos para ver cómo se divertía la gente, aprender sus bailes y hacerles fotografías que coleccionaba luego en un álbum.
También era la encargada de acompañar a la Familia Real y escribir las noticias que sobre ellos se producían. Cuando la periodista estaba en el palacio con el rey y su familia, se podía escuchar los sonidos ka, ke, ki, ko, ku.
Pero sucedió que, como la Familia Real apenas realizaba viajes, la periodista pidió permiso a los reyes para que le permitieran visitar otros países y así poder conocer cómo vivían, cómo eran sus colegios, cómo arreglaban sus jardines y otras cosas interesantes. Sería de gran ayuda aprender cosas de otros lugares para así poder hacer mejoras en el País de las Letras y que todos pudieran vivir mejor.
A los reyes les pareció una idea estupenda, porque en otros países había cosas que no se conocían en el suyo, como el agua en casa sin necesidad de ir al río a buscarla, y luz cuando se hacía de noche para, así, evitar los choques. Le dieron permiso sin darse cuenta de que, si se marchaba la señorita K, no podrían decirse las palabras que llevan los sonidos ka, ke, ki, ko, ku.
La señorita K se fue al día siguiente y pronto empezaron los problemas.
El Señor Estudioso llegó preguntando por ella para poder dibujar su cuerpo.
Nada, no estaba. No podía seguir su trabajo porque resultaba muy raro escribir: “ mamá toma el .ollar” o “vamos a la .ama niños” o “Sancho Panza y Don .uijote”
¿Cómo se solucionará esta situación? Pronto lo sabremos.






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