EXPERIMENTO VISUAL

Los claveles blancos ya son bonitos de por sí, pero puede ser divertido engañar un poco a la madre naturaleza y modificar sus colores. Usando colorante para alimentos, puedes hacer que tengan casi cualquier color que quieras. Teñir claveles blancos con colorante para alimentos puede ser un sencillo experimento de ciencias para demostrar a los niños cómo los claveles "beben" agua y nutrientes incluso sin raíz. También puede ser una forma de crear ramos divertidos para ocasiones especiales.

Sigue los siguientes pasos

Compra claveles blancos. Se pueden encontrar claveles a un precio económico en centros de jardinería o supermercados. Escoge claveles frescos y evita los de aspecto marchito.

Extiende una capa de hojas de periódico o un mantel viejo en una mesa. Ponte un delantal o ropa vieja, porque el colorante puede manchar si se derrama.

Llena de agua tibia el vaso o jarrón de plástico desechables hasta la mitad y añade un poco de colorante de paella (2 cucharaditas). A más colorante, más vivos será el color.

Corta los extremos de los claveles haciendo un ángulo con unas tijeras. Un corte nuevo y diagonal garantiza que el tallo quede abierto para absorber mejor cualquier fluido.

Coloca el clavel en el vaso. Échales un vistazo cada pocas horas para ver cuánto color han absorbido. Puede que los claveles se tiñan enseguida o que el color demore todo el día en alcanzar las puntas de los pétalos. Si los colores tienen un aspecto muy apagado, añade algunas gotas más de colorante. El rojo y el azul se absorben rápidamente, mientras que el amarillo o el verde tardan más.

Saca los claveles del agua coloreada cuando adquieran el tono deseado. Enjuaga los extremos de los tallos y recorta las puntas con unas tijeras para que los claveles absorban el agua fresca. Coloca los claveles coloreados en un jarrón con agua fresca y clara.

AQUÍ PODÉIS VER NUESTRO EXPERIMENTO PASO A PASO Y SU RESULTADO FINAL.

Los ganadores del sorteo del clavel con el Encargado.