PRACTICANDO MINDFULNESS

Meditar es enfocar la atención en algo concreto, ya sea un pensamiento, un objeto, la propia conciencia, el propio cuerpo, nuestros pensamientos…

Practicar la meditación con niños implica realizar multitud de actividades en las que los niños están enfocando su atención en su respiración, en algo que están viendo, en algo que están haciendo… con el objeto de, en primer lugar, calmar la mente.

La meditación es una herramienta sencilla y eficaz, que se adapta perfectamente a las necesidades de los más pequeños y les puede aportar beneficios, como más clama y menor ansiedad, mayor concentración, evitar la impulsividad negativa, mejorar la gestión de emociones, etc.

Hoy, en mi aula hemos practicado la técnica de mindfulness, que no es otra cosa que estar conscientemente presente, queriendo comprender qué es lo que ocurre, desde una actitud abierta y amable. Es decir, estar amablemente presente en lo que ahora es.

Durante este curso, estoy cursando un seminario de Neurocienca e Inteligencia Emocional y justo el día que tenía una sesión de Mindfulness (meditación) llega a mis manos el siguiente libro "Tranquilos y atentos como una rana" de Eline Snel, justamente un ejemplar que explica dicha técnica aplicada para niños y con algún ejercicio de meditación.

Y como soy muy aplicada, hoy por la tarde, hemos comenzado nuestra primera experiencia meditando todos juntos con la práctica guiada de dicho libro. Primero hemos intentado relajarnos tumbados y después siguiendo las directrices que nos daban, sentados hemos intentado sentir nuestra respiración.

¿La experiencia? POSITIVA.

A la mayoría nos ha gustado y algunos niños afirmaban que después de la meditación tenían ganas de estar tumbados y tranquilos.



Os animo a practicar en casa con vuestros hijos. Aquí os dejo un vídeo con el audio para comenzar vuestros primeros contactos con el mindfulness o meditación.